Como docentes, debemos acompañar a los alumnos en el descubrimiento de lo que a ellos les gusta, para que un futuro sepan que trabajo les puede hacer feliz y que lo realicen de la mejor forma posible. No enseñemos a reprimir las emociones. Ayudemos a que realicen un desarrollo integral de la persona, con la finalidad de capacitar a los alumnos para afrontar los retos de la vida y por ende aumenten su bienestar personal y social.
Los objetivos generales de la educación emocional pueden resumirse en:
- Adquirir un mejor conocimiento de las propias emociones e identificar las emociones de los demás.
- Desarrollar la habilidad para regular las propias emociones.
- Prevenir los efectos nocivos de las emociones negativas y desarrollar la habilidad para generar emociones positivas.
- Desarrollar la habilidad de automotivarse.
- Aprender a fluir, gestionar los conflictos de forma positiva
Así pues, la mente y el corazón están conectados. Como docentes debemos saber como los niños se sienten. Logrando así, una educación emocional, que busca que el niño ponga nombre a sus emociones.
Por tanto, los maestros se tienen que formar en la educación emocional para poder educar la inteligencia emocional de sus alumnos y no solo la cognitiva. Lo importante no es la nota, sino que los niños aprendan a reconocer que les gusta, cuales son sus habilidades...aprendan a vivir.
Os recomendamos visualizar este vídeo ( Documental - Educación Emocional (Sub en español))
- de como una maestra enseña a sus alumnos a conocer y manejar sus emociones.
http://www.youtube.com/watch?v=PQE4WqQSOcQ
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